miércoles, 21 de noviembre de 2018

La Colección Polo, un mazazo para el Museo de Santa Cruz, por Juan Sánchez

Reproducimos un nuevo artículo de opinión del historiador Juan Sánchez Sánchez, sobre los fondos de Arte Contemporáneo de Toledo y la anunciada colección Roberto Polo.

Recientemente he publicado varios artículos referidos al Museo de Santa Cruz. El primero de ellos, “Por un gran Museo de Santa Cruz”, en pleno mes de agosto; y a finales de septiembre otro titulado “El juego del Arte Contemporáneo en Castilla-La Mancha”.  Este centro museístico es el museo de Arte, Etnología y Arqueología de la provincia de Toledo,  de titularidad estatal y gestión autonómica. Al edificio principal del antiguo Hospital de Santa Cruz, se sumó el convento de Santa Fe, adquirido por el Estado para ampliación de la Biblioteca Pública situada en el edificio del Miradero y que, al trasladarse al Alcázar, fue utilizado por el Museo. Además utiliza dos salas del edificio del Miradero y el patio de este edificio contiguo al Museo, como depósito de obras de arte y vestigios de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la provincia. 

Juan Sánchez Sánchez, historiador y bibliotecario


D
esde hace años, frecuentemente el Museo se ha utilizado para la instalación de exposiciones temporales y otros eventos; ello influyó en el hecho de que gran parte de sus colecciones permanentes están hoy día almacenadas, sin poderse contemplar por el público. Claro que la vitalidad de un museo y su proyección social se perciben cuando a una colección permanente se une una política ambiciosa de exposiciones temporales; pero en el caso de este Museo, los eventos, actos socioculturales y las propias exposiciones temporales han incidido en el almacenamiento de buena parte de sus contenidos básicos y permanentes. Cuando asumió la dirección hace dos años Fernando Fontes señaló a los medios de comunicación que entre sus objetivos estaba volver a instalar en la colección permanente buena parte de los fondos conservados en depósitos. Junto a un mayor apoyo institucional, se necesitaban recursos humanos: es constatable que el Museo de Santa Cruz padece una fuerte crisis de personal técnico, estando en una situación similar a la del momento de las transferencias del Estado a la Comunidad Autónoma hace 35 años. También carece de gabinete pedagógico y de comunicación, con muy pocos recursos para la necesaria labor cultural de este tipo de centros. Para trabajar en coalición con la sociedad y convertirlo en un museo vivo, el centro precisa medios que hoy por hoy se le están negando.  Tengamos además en cuenta que el Museo tiene otros museos y colecciones filiales, dependientes de la misma dirección.

El Museo viene trabajando en un plan director para conseguir recuperar para exposición permanente los extraordinarios fondos artísticos, etnológicos y arqueológicos que atesora. La idea clave es aprovechar los tres edificios (Santa Cruz, Santa Fe y el Miradero) para hacer un gran centro museístico, dotado con los recursos necesarios y proyectando a la sociedad una labor cultural y expositiva de primer orden. Esta idea es lógica: que en el corazón de la ciudad se potencie un gran museo, aprovechando la conjunción de tres edificios anexos.

Pero junto a esas necesidades, saltó la noticia, desde hace cerca de dos años, de la posible recepción en Castilla-La Mancha de una serie de obras de arte del coleccionista Roberto Polo. Lo  que en principio sería un factor positivo para el panorama patrimonial y cultural de esta región, se está convirtiendo en una seria amenaza tanto para el Museo de Santa Cruz como para la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que sigue utilizando como depósito externo el edificio del Miradero. Y tal vez para los demás museos que gestiona la Junta porque, a la escasez presupuestaria actual, puede unirse la derivación de recursos para el proyecto Polo. Cultura está exigua presupuestariamente porque el presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page,  no tiene este ámbito entre sus prioridades políticas.

Se está provocando una seria alarma entre los directores y técnicos de museos, así como entre los expertos, artistas y colectivos relacionados con el arte contemporáneo y con los museos, que consideran que la operación de donación de las obras de la colección Polo no está siendo transparente y añade problemas a la situación de este complejo museístico.

El Gobierno regional decidió instalar los fondos de la colección Polo en las salas del antiguo convento de Santa Fe. Y, además, en el futuro desea utilizar el edificio del Miradero para la misma colección. Ambas medidas serán un mazazo para el Museo de Santa Cruz, que se verá obligado a seguir escondiendo en depósitos más del 90% de sus colecciones. Entre ellos, los riquísimos fondos del Museo de Arte Contemporáneo de Toledo, con los impresionantes paisajes toledanos de Aureliano de Beruete; obras, entre otros muchos, de Ricardo Arredondo, Antonio López y Benjamín Palencia; y las obras del universal artista toledano Alberto Sánchez, “panadero de Toledo y escultor de España”, según le definió el poeta Pablo Neruda, con una serie de dibujos y esculturas que fueron cedidas por la familia del artista. Todo guardado desde hace 17 años por una decisión arbitraria de los sucesivos gobiernos de CLM, que nunca han tenido una política de museos.

Surgen muchas preguntas sobre la colección Polo y el Gobierno regional está haciendo gala de una enorme falta de transparencia. Hasta ahora la gestión de esta iniciativa la realizan a través de la Fundación Impulsa, aunque al parecer ya se ha constituido la Fundación Polo. En la web de Impulsa se habla inicialmente que Polo cederá una colección de 7.000 obras, para luego afirmar que entregará 445 obras, valoradas en 368 millones de €. Además de este interrogante básico, pregunto: Pero ¿las cede o las presta para que se queden 15 años? En la web se  añade la opción de que tal vez algunas puedan quedarse permanentemente en la región. Es muy lamentable: A pesar de los anuncios, sigue sin ser público el protocolo o convenio sobre esta operación. Y los interrogantes se multiplican cuando hablamos de las sedes de esta colección, que el propio Polo denomina “Museo” Dan por hecho utilizar el antiguo convento de Santa Fe, pero ello va en contra del Plan del Museo de Santa Cruz. No creo que el Ministerio de Cultura, titular del Museo colabore en tal disparate. Respecto al edificio del Miradero, está cedido por el Estado para la Biblioteca, por lo que antes deberá construirse o adaptarse una sede para el depósito externo de la Biblioteca, que acoge unos 150.000 documentos.  También hablan del Archivo Histórico Provincial de Cuenca, que está a tope y no tiene espacio libre; y además es también titularidad del Estado. En fin, la web de la Fundación está llena de sorpresas, ambigüedades e inexactitudes. Puede comprobarse en el enlace http://www.iclm.es/coleccion-roberto-polo/

Pero surgen más preguntas: ¿Qué presupuesto y cómo se financiará el traslado y ubicación en  Santa Fe de estas obras? ¿Finalmente qué obras serán las que se expongan?

¿Qué proyectos hay para los fondos del Museo de Arte Contemporáneo de Toledo, hoy guardados a buen recaudo? Por otro lado, mientras que el señor Polo se arriesga a hablar de un museo Polo, ¿con qué personal y medios contaría ese hipotético museo? Por cierto, un museo precisa de todo un itinerario para su creación, no basta con llamarlo como tal. Y puesto que hablan de dos ciudades como sede de la colección Polo (Toledo y Cuenca), debemos preguntarnos: ¿El gobierno regional está pensando crear el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha? El viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, menciona públicamente un Plan de Arte Contemporáneo de la Junta, pero ¿dónde está ese Plan? ¿Va a presentarse a las Cortes de CLM y a la sociedad? ¿Se está contando con la opinión de los artistas actuales de la región?  De ese pretendido Plan sólo encontramos un video institucional de 1:08 minutos, que puede aceptarse como difusión de una ocurrencia, pero no de un plan riguroso. Lo razonable sería realizar un proyecto de Museo que integrase todas las colecciones de arte contemporáneo propiedad o de gestión autonómica y que suponga un verdadero plan de captación de obras de los artistas contemporáneos más significativos. Y respecto a la colección Polo, en principio tratarla como una exposición temporal en un centro distinto a Santa Cruz, hasta que madure y se consolide la idea  definitiva sobre estos fondos.

Entre los expertos, los artistas y el propio personal de los museos de Castilla-La Mancha está cundiendo la alarma por el proceder del Gobierno regional, más empeñado en afrontar la próxima contienda electoral con algún “triunfo” que en desarrollar una política museística coherente y consensuada con los directores de los museos de la región y el mundo del arte. ¡Malos asesores está teniendo el consejero Ángel Felpeto en este asunto! Él sabe perfectamente que la sociedad toledana no ve con buenos ojos este golpe al museo de Santa Cruz que puede acabar con sus proyectos de futuro. Pero a lo que se ve hay muchos intereses en escena.

Juan Sánchez Sánchez

Publicado también en CLM24.

martes, 25 de septiembre de 2018

El juego del Arte Contemporáneo en Castilla-La Mancha, por Juan Sánchez

 Reproducimos un nuevo artículo de historiador y académico Juan Sánchez Sánchez sobre el Arte Contemporáneo en nuestra región y sobre los fondos del MACTO, enviado a diferentes personas y medios de comunicación.

En marzo de 1975 se abría en el edificio de la Casa de las Cadenas, calle de las Bulas número 15, el Museo de Arte Contemporáneo de Toledo. Se interpretó como un signo de los nuevos tiempos que deberían abrirse en la ciudad y en el conjunto de España. El Museo estaba en plena judería, en una típica casa del siglo XVI y albergaba pinturas, dibujos, grabados, litografías y esculturas de artistas de los siglos XIX y XX.


Entre ellos, los impresionantes paisajes toledanos de Aureliano de Beruete; obras, entre otros muchos, de Ricardo Arredondo, Antonio López y Benjamín Palencia; y las dos salas dedicadas al universal artista toledano Alberto Sánchez, “panadero de Toledo y escultor de España”, según le definió el poeta Pablo Neruda, con una serie de dibujos y esculturas que fueron cedidas por la familia del artista. Conservo en mi biblioteca personal el Catálogo del Museo, editado por la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural el mismo año y con 248 páginas con numerosas reproducciones de las obras del Museo.

Diversas webs informan acerca del Museo pero lo más llamativo es que la página de Turismo de la Junta, que tiene el pomposo título de “En un lugar de tu vida ”, incluye, al hablar del Patrimonio, este Museo, como si todavía estuviera abierto… Eso se llama tensión informativa sobre el Patrimonio y la Cultura…

Según recoge el historiador del arte Rafael del Cerro Malagón, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Toledo en 1962 con el fin de usarlo como archivo municipal, aunque finalmente se usó como hospicio. En 1973 se cedió a la antigua Dirección General de Bellas Artes, con el fin de crear el museo, que funcionaría como filial del Museo de Santa Cruz. Tras la restauración dirigida por el arquitecto Manuel González Valcárcel, el Museo abrió sus puertas. Tras apenas veinticinco años de vida, el Museo se cerraría al finalizar el siglo XX, para realizar obras. Según se dijo, los contenidos del Museo se albergarían en el Museo de Santa Cruz. Y desde entonces, el silencio.

“Urgente intervención para evitar males mayores en ese edificio”

Siendo yo director gerente de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, y enormemente preocupado por la situación de su depósito externo en el edificio del Miradero, realicé, como he contado en otros artículos, una serie de informes pidiendo la urgente intervención para evitar males mayores en ese edificio. Siempre observé que dos salas del Miradero estaban ocupados por el Museo de Santa Cruz, y yo no disponía de acceso ni llave a esos depósitos que pertenecían a la Biblioteca. Como conocía los problemas de espacio del Museo, nunca dije nada.

Pero, como consecuencia de las gestiones, vinieron técnicos y varios subdirectores generales del Ministerio y entonces fue cuando descubrí que, entre las obras artísticas allí depositadas, estaban las del Museo de Arte Contemporáneo. ¡Nos subíamos por las paredes! A partir de ese día, mi preocupación por el Miradero se incrementó: teníamos unos 150.000 libros, periódicos, revistas, carteles y otros materiales en el Miradero, pero nunca imaginé que allí estaban los tesoros de arte contemporáneo de Toledo.

Había muchos problemas que era urgente resolver, pero uno me preocupaba especialmente: la instalación eléctrica, que podía provocar un incendio de resultados imprevisibles. Con un agravante: que no estaba operativo el sistema no ya de extinción sino incluso el de detección de incendios. Es decir, en un edificio (el Miradero) sin vigilante de seguridad, porque había que ahorrar, si surgía el menor conato de incendio podría propagarse sin límite al no haber un sistema de detección ni de extinción.

Detección de incendios

Volví a proponer que al menos el sistema de detección se instalase, pues un incendio podría afectar al edificio del Miradero y al colindante Museo de Santa Cruz. La Consejería, tras diversos informes, en el verano de 2017 autorizó algunas actuaciones pero no la más prioritaria: la detección de incendios, y así seguimos…. ¿Saben lo que ha pasado en el Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro? No pretendo ser alarmista. Pero tanto el Museo de Santa Cruz como la Biblioteca de Castilla-La Mancha vienen denunciando esta situación, que puede provocar un incendio de dimensiones imprevisibles, ante la pasividad y el olvido de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.

El PSOE incluyó en su programa electoral para las municipales de 2015 la puesta en marcha de un Museo de Arte Contemporáneo, sin definir en qué edificio. Por su parte, el PP manifestó también en campaña electoral que quería instalar en la Casa de las Cadenas el Museo de Arte Contemporáneo. De hecho, el Ayuntamiento hace varios años ha pedido al Ministerio la reversión del edificio al no estar siendo utilizado para el fin museístico al que se destinó.

Por su parte, el Ayuntamiento vino a incidir en este juego del arte contemporáneo en Toledo. En noviembre de 2015, en solemne rueda de prensa, la alcaldesa, Milagrón Tolón, anunció que Toledo tendría, a partir del primer semestre de 2016, “…un nuevo museo de arte contemporáneo que contará con casi 500 obras del artista Salvador Dalí, lo que constituirá una importante colección del genio de Figueras”.

En la rueda de prensa participaron también la presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Toledo, María Ángeles Martínez; y el presidente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), Ángel Nicolás. Todos pusieron de manifiesto la recuperación de un espacio cultural en la Cámara de Comercio; que Toledo “se vuelca en el arte contemporáneo” y que se refuerza así la cultura y el turismo de la ciudad, según expresó la alcaldesa.

Por cierto, ¡qué coincidencia!: FEDETO y el Ayuntamiento anunciando un proyecto fantástico para Toledo, igual que ahora con el Parque Puy du Fou. En fin, todos los detalles de este compromiso en la nota de prensa oficial del Ayuntamiento. Por cierto, ¿qué ha hecho o dicho el Ayuntamiento para recuperar para la sociedad el Museo de Arte Contemporáneo? ¿Y qué ha pasado del museo Dalí? Toledo tiene un Ayuntamiento que hace actividades culturales pero no tiene política cultural, y es lamentable.

En esta situación, el Círculo de Arte emprendió una campaña para promover un Museo de Arte Contemporáneo en Toledo, proponiendo que la sede principal fuera el edificio de San Marcos, generalmente poco utilizado tras el aniquilamiento de la Fundación de Caja Castilla-La Mancha. El artista Luis Pablo Gómez Vidales, presente del Círculo de Arte, asumió como primer firmante el manifiesto que un numeroso grupo de artistas toledanos hicieron público.

Junto a otras verdades, los artistas recordaron que “Toledo es la única capital autonómica del país que no cuenta con un espacio en el que se puedan reunir obras de arte contemporáneo y sus figuras emblemáticas.” ¿Qué dijeron las instituciones? En los medios sólo recojo las del entonces vicealcalde de Toledo y responsable de Cultura en el Ayuntamiento José María González Cabezas: “la idea nos parece bien, las cosas llevan su ritmo, pero no debemos de hablar de un edificio concreto. El centro cultural San Marcos podría ser un buen escenario, pero no tiene por qué ser el único”. Y desde entonces silencio.

Roberto Polo

Y ahora la Colección Polo. De nuevo, Toledo entrará en la senda de la modernidad: el arte contemporáneo de otros países vendrá a Toledo y a Cuenca. Sin proyecto. Gastando unos recursos de los que la Consejería, por decisión del presidente regional y el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, carece. Unos fondos no cuantificados van a desplazar el proyecto del gran Museo de Santa Cruz y van a lograr que el arte contemporáneo de Toledo permanezca arrinconado y que no se ponga en marcha un centro que recoja la producción artística de los creadores de Castilla-La Mancha de la segunda mitad del siglo XX y de nuestro tiempo.

Además, quieren desalojar al Archivo Histórico Provincial de Cuenca, también titularidad del Estado, para instalar allí parte de la colección Polo. Me dicen que el viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, sólo tiene ojos para el arte contemporáneo, en realidad para la Colección Polo, y se olvida de las demás parcelas de su responsabilidad (patrimonio, archivos, bibliotecas, museos, cine….) Pero ¿le interesa el arte contemporáneo de nuestra región? ¿Lo va a promover y a difundir? Tal vez sólo pretenda pasar a la historia como el hombre que trajo las vanguardias artísticas a Castilla-La Mancha, sin proyecto. Aunque por su actuación rompa las ilusiones de quienes trabajan para los ciudadanos de Castilla-La Mancha desde sus museos. Aunque los fondos del Museo de Santa Cruz permanezcan escondidos.

¿Es ésta la mejor opción?: marginar los fondos del Museo de Santa Cruz (museo provincial de arte y arqueología) y obligar al Ministerio a construir un nuevo Archivo Histórico Provincial en Cuenca por el capricho de unos gobernantes que no saben proyectar conjuntamente con los expertos ni con los directores de los centros, ya sean archivos, bibliotecas o museos.

¿Es razonable enviar los fondos del depósito del Miradero a otro lugar, privando por más tiempo a los ciudadanos de esas colecciones? Porque el viceconsejero probablemente no sabe que no se trata de almacenar: hacen falta depósitos perfectamente dotados. Políticos y técnicos tienen que mirar en la misma dirección, pero estos gobernantes al parecen son capaces de improvisar y tomar decisiones por sí mismos: no necesitan técnicos ni expertos. Sólo a sus amigos.

Juan Sánchez Sánchez

Publicado también en El Diario.

sábado, 25 de agosto de 2018

El Museo de Santa Cruz integrará la antigua Biblioteca del Miradero

 Por su interés nos hacemos eco de esta noticia publicada ayer en diferentes medios.

El Museo de Santa Cruz integrará la antigua Biblioteca del Miradero. Así lo ha destacado el consejero en una visita que ha realizado al Museo de Santa Cruz para conocer de primera mano la exposición 'De puertas para adentro'.

El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, ha adelantado hoy que el Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja de la mano con el Ministerio de Cultura y Deporte para rehabilitar y acondicionar la antigua Biblioteca del Miradero, la cual estará integrada en el nuevo Plan Director del Museo de Santa Cruz.


 Así lo ha explicado el consejero en una visita que ha realizado hoy al Museo de Santa Cruz de Toledo (...), donde también ha subrayado que “el nuevo Plan director del Museo se encuentra en fase de redacción” y que “trazará el presente y futuro del espacio”. 

 “El director del museo (Fernando Fontes) lleva un tiempo trabajando en el nuevo Plan director”, ha destacado Felpeto. “Yo le agradezco su esfuerzo y espero que en un tiempo podamos definir el presente y futuro de este gran espacio nacional que, como digo, recibe más de 200.000 visitantes al año y da cabida a todo tipo de exposiciones: temporales, permanentes y aquellas integradas en el Plan para el Fomento del arte contemporáneo”, ha añadido.   

 Asimismo, Felpeto ha puesto en valor el trabajo que se hace en el Museo de Santa Cruz, “un espacio que recibe al año 200.000 visitantes, que tiene dos áreas diferenciadas, el Santa Cruz y el Santa Fe, y en que en los últimos tiempos se han venido realizando exposiciones para dar cabida a muestras principalmente de arte contemporáneo”. 

 “En las inauguraciones de las exposiciones que les hablaba ha habido muchos muestras de artistas locales de la talla de Paco Rojas, Luis Pablo o Juan Berenguer”, ha destacado Ángel Felpeto. “Siempre he agradecido muy de verdad este gesto por parte de la dirección del museo de dar la posibilidad a los artistas de la casa y poner en valor su obra”, ha añadido.  

  Para saber más...

Texto completo de la noticia en DCLM.es


martes, 14 de agosto de 2018

Por un gran Museo de Santa Cruz, por Juan Sánchez

 Compartimos este artículo de opinión del historiador y académico Juan Sánchez, enviado a diferentes medios de comunicación y personas preocupadas por el devenir del Museo de Santa Cruz, cabecera del MACTO.

Agosto caluroso en Toledo. Con un buen amigo, empleo la mañana en realizar una tranquila visita al Museo de Santa Cruz. Comienzo expresando mi cariño a este centro. Quien fuera su directora durante tantos años, Matilde Revuelta, me decía que por qué no apoyaba al Museo y sí a la Biblioteca. Eran los inicios de los años ochenta y había una lucha fratricida entre dos grandes centros culturales de la ciudad: Biblioteca Provincial y Museo de Santa Cruz. Julia Méndez había luchado para que el estado adquiriese el edificio del antiguo convento de Santa Fe para ampliar las instalaciones de la Biblioteca. Luego el Ministerio decidió repartir el inmueble entre ambos centros y yo me posicioné claramente, creando el Comité Permanente de apoyo a la Biblioteca Pública. Pero he clamado muchas veces por la falta de una política de museos en la Junta, que tiene a los museos de su competencia en una situación alarmante. Tengo que reconocer que en bibliotecas hemos crecido mucho más, aunque nadie nos ha regalado nada.

Museo de Santa Cruz (foto Palickap)

Que me perdonen mis amigos Fernando Fontes, actual director del Museo, y los anteriores, Rafael García Serrano y Alfonso Caballero. Todos se han dejado la piel y han luchado contra un muro: el Gobierno regional, que ha utilizado y utiliza este gran centro museístico a su antojo. Se le llamaba “Salones Santa Cruz”, porque perdió la presencia esencial de un gran museo y se convirtió en organizadora de eventos, culturales o sociales. Mi visita de estos días no puede ser más desalentadora: prácticamente la grandeza del antiguo Museo de Santa Cruz, creado en 1961, se ha evaporado. En su web se recuerda que es “considerado uno de los museos provinciales más importantes de España, no sólo por la singularidad del edificio que le sirve de sede y le da el nombre, el antiguo Hospital de Santa Cruz, sino también por la riqueza y variedad de sus colecciones…reúne los fondos del antiguo Museo Arqueológico Provincial… así como otros procedentes de depósitos de la Catedral Primada, parroquias de Toledo y otras entidades y particulares, de adquisiciones y donaciones.” El Estado conserva la titularidad pero la gestión, como los demás archivos, bibliotecas y museos provinciales, fue transferida en 1984 a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Por ello, el Estado asume las inversiones y la Junta la conservación y mantenimiento de estos centros así como la dotación de personal y los programas a desarrollar para mantener la necesaria presencia en la sociedad y su importante misión.

Desde mi opinión, la Junta fue bajando la guardia y aunque su presencia en Santa Cruz es bastante importante, normalmente se limita a inaugurar exposiciones, entregas de premios, presentaciones, algunas reuniones… Pero ¿cómo ha crecido la plantilla de personal técnico del Museo? ¿Se pueden materializar sus proyectos? ¿Qué pasa con los gabinetes pedagógicos, imprescindibles para que el Museo sea un centro de atracción continuo para la sociedad y especialmente para los escolares y jóvenes? Es de todos conocidos que las salas dedicadas a la arqueología, prehistoria, historia antigua y medieval…fueron desapareciendo, y sus contenidos yacen hoy guardados en sus almacenes. Prácticamente la exposición permanente del Museo se limita al crucero inferior del Hospital de Santa Cruz, dedicada a la España de los Austrias, y que se describe así en la web oficial: “un prólogo con piezas del XV que plantea el origen de la Casa de Austria con la unión de los Reyes Católicos, dos salas dedicadas a Carlos V y a Felipe II y una síntesis final que marca el declive de la Corona.” En el crucero superior, que normalmente se dedica a exposiciones temporales, no hay ahora nada y está cerrado al público. Como también lo está la sala que generalmente se dedica a otras exposiciones temporales en el claustro, y que últimamente ha acogido la magnífica exposición del artista toledano Luis Pablo Gómez Vidales, “Arte entre dos siglos”. La otra exposición permanente del Museo es la “Colección Carranza”, que fue donada a la Junta en los inicios del siglo XXI y que contiene una valiosa y diversa muestra de cerámica. Pero cuando la intentamos visitar está cerrada; un cartel explica las causas: “Sala Carranza cerrada por exceso de temperatura”. Sin comentarios…

La solución de trasladar al Alcázar la sede principal de la Biblioteca Pública del Estado, organizada con la Biblioteca Regional, liberó por fin al Ministerio de Cultura y a la Junta sobre las posibilidades de ampliar Santa Cruz utilizando los espacios rehabilitados del antiguo convento de Santa Fe. Pero la Junta ha sido incapaz de hacer un proyecto para estos espacios y hasta el presente se han dedicado también a eventos y algunas exposiciones, con contenidos muy distintos. Ahora mismo, Santa Fe contiene dos exposiciones temporales: “Miguel de Cervantes o el deseo de vivir”, que permanecerá hasta finales de septiembre; y “De puertas para adentro”. Vida y distribución de espacios en la arquitectura doméstica (siglos XV-XVI), que puede contemplarse hasta mediados de septiembre. Por lo visto y experimentado en los últimos años, el Museo en ningún momento ha utilizado Santa Fe como ampliación de espacios para sus colecciones. Las colecciones temporales son importantes en los museos, pero Santa Cruz tiene a buen recaudo buena parte de sus fondos y se dedica a organizar exposiciones en Santa Fe, en el crucero superior y en las salas junto al claustro.

Ya no es un museo arqueológico y no puede reconocerse como un museo provincial de bellas artes pues el arte y la historia de buena parte de las épocas no está representando. ¿Qué pasa con el arte contemporáneo? ¿Dónde están los ricos fondos que conformaron un extraordinario y bellísimo Museo de Arte Contemporáneo en la Casa de las Cadenas? ¿Por qué se hurta a los ciudadanos la contemplación de ese patrimonio? El Museo de Santa Cruz precisa recursos, especialmente de personal. Y necesita nuevos espacios. Pero, sobre todo, necesita que los políticos dejen en libertad a los profesionales, que tienen el conocimiento, la experiencia y las claves para situar al Museo en la sociedad. Desde hace años he propuesto que, a pesar de no haberse aprovechado adecuadamente los espacios de Santa Fe, pasen al Museo de Santa Cruz la totalidad de salas del edificio del Miradero, siempre que se construya un nuevo Depósito Bibliográfico en Santa María de Benquerencia; y no trasladar unos fondos a Ciudad Real u otro lugar, que no podrá ser la solución definitiva. Debe ser innegociable: primer paso, que el Ministerio asuma la construcción del Depósito en Benquerencia; y cuando esté construido se trasladen al nuevo edificio los actuales fondos bibliográficos depositados en el Miradero, que quedará listo para ser reconvertido en salas o depósitos del gran Museo de Santa Cruz. Son cerca de dos mil metros cuadrados, con salas magníficas para acoger y contemplar obras de arte y al mismo tiempo visualizar las riberas del río Tajo. En especial las plantas segunda y cuarta, que acogieron salas de lectura e investigación con estanterías del siglo XVIII y que se conservar instaladas y constituirían un marco bellísimo para acoger obras de arte.

Nuestros políticos son maestros en ocurrencias. Ahora dicen que van a dedicar Santa Fe y en el futuro el Miradero a la colección Polo. ¿Pero hay proyecto de gran Museo de Santa Cruz? ¿Han contado nuestros ilustrados gobernantes con los técnicos, con artistas, con intelectuales? Me temo que, una vez más, como hicieron con otros proyectos, como el “Quixote Crea”, quieren salir en los medios nacionales y mostrar su apertura al arte y a la cultura. Pero no se dan cuenta de que lo que están haciendo es el ridículo más espantoso. Personalmente, desapruebo la gestión cultural de estos políticos que son marchantes del arte y la cultura pero no pensando en los ciudadanos y en la sociedad sino sólo en sus intereses electorales y clientelistas, en políticas a corto plazo en lugar de en planificar adecuadamente los esfuerzos y las necesidades de recursos.

Realícese un plan estratégico para el Museo de Santas Cruz. Abórdense un proyecto museográfico y museológico de este gran centro cultural. Y abandonen la política de grandes ocurrencias a la que nos tienen acostumbrados. Los ciudadanos les pagamos para que realicen su labor con calidad y garantías, y no para que destruyan los sueños de la gente.

Publicado también en La Cerca