Los jardines de la antigua Casa de la Cultura del Paseo del Miradero, que llevaban cerrados al público desde que en 1998 se trasladó la Biblioteca Pública del Estado al edificio del Alcázar, con la excepción de un par de años que se utilizaron como terraza de verano, han reabierto para albergar una colección de esculturas contemporáneas que ha sido inaugurada formalmente esta semana.
La muestra exhibe un total de nueve esculturas, obras de Alberto Corazón, Jorge de Oteiza, Miquel Navarro, Alexis Leiva "Kcho", Dagoberto Rodríguez y Arturo Berned, que se complementan con un mural fotográfico de José Manuel Ballester.
Desde PACTO nos congratulamos de la instalación de estas esculturas, aunque lamentamos que no se haya informado acerca de los detalles: ¿es una cesión temporal o definitiva? ¿son un alquiler o una venta, y, si es así, cuánto nos cuesta al contribuyente? ¿se han cedido a la comunidad autónoma, a CORPO, o al municipio?
También desearíamos que pudiesen visitarse libremente, ya que el jardín de la antigua Biblioteca Pública del Estado ha sido cedido a la colección Roberto Polo, de gestión privada, por lo que los interesados en disfrutar de ellas deberán entrar no por acceso principal al jardín, sino por las taquillas de CORPO (Colección Roberto Polo).
Lamentamos también que desde la administración y distintos medios de comunicación se esté hablando de "Museo de Escultura al Aire Libre" para lo que en realidad es una colección de esculturas instaladas en un espacio abierto. Nos remitimos a la definición de Museo de la UNESCO o a la de la propia Ley 2/2014 de Museos de Castilla-La Mancha que en su artículo 2.1.a define museos como "las instituciones de carácter permanente, abiertas al público, sin ánimo de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, que adquieren, conservan, investigan, exhiben y difunden conjuntos y colecciones de bienes de valor histórico, artístico, arqueológico, paleontológico, etnográfico, industrial, científico, técnico, documental, bibliográfico o de cualquier otra naturaleza cultural, material e inmaterial, para fines de estudio, educación y disfrute intelectual y estético y que fomentan la participación cultural, lúdica y científica de los ciudadanos". Evidentemente, un conjunto de estatuas colocadas en un jardín o en la calle no se ajustan a esta definición, y las autoridades de Cultura deberían ser sumamente cuidadosas con estos detalles para no confundir a la ciudadanía.
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