jueves, 9 de marzo de 2023

A mesa puesta, por Gabriel Cruz Marcos

 En relación a la exposición de Alberto Sánchez en la Colección Roberto Polo, compartimos la opinión del escultor Gabriel Cruz Marcos, miembro que fue del Grupo Tolmo, actual vicepresidente del Círculo de Arte de Toledo y cofundador de PACTO.

Tras un indecente arresto de las esculturas y dibujos en los depósitos del Museo Santa Cruz, CORPO nos invita a visitar las obras de Alberto a mesa puesta. Estuve en el acto inaugural y después para ver de nuevo las obras de un gran escultor que levantó un nuevo arte nacional, importante pilar de la vanguardia española del S XX. El espacio lo han acomodado lo mejor posible para que luzca plenamente. Pero no es el sitio idóneo que requieren estas obras, ya que, al ser reducido, se quedan comprimidas. Las obras de Alberto, un hombre siempre comprometido con sus ideales y sus múltiples oficios, no encajan bien con las de otros autores que nada tienen de ibéricos y mucho menos de sus alcalaínas tierras de Añover, de los cerros de Vallecas y sus añoradas Covachuelas. Esta es mi forma de decir que no es el sitio adecuado y que deberían de estar en otro lugar de Toledo, más acorde con estas obras. 


Fotografías del autor

Cuando el verano pasado me enteré de que, por fin, se cumpliría la condena de arresto domiciliario de las obras de Alberto y que estaban haciendo obras en lo que fue biblioteca, intuía, como otros posibles toledanos, la ampliación para hacer un gran museo donde estuviese toda la obra que contenía la Casa de las Cadenas. Y de esa manera (eso me decía mi imaginación) se iría incrementando con la colección de obras de arte que fue de la CCM y otras posibles obras de todos los que se han visto influenciados por su legado, como Baltasar Lobo, Jorge Oteiza, Constantin Brancusi, Ángel Ferrán, entre otros artistas contemporáneos, además de las que ya cuenta la colección que acompañaba a Alberto en el Museo de Arte Contemporáneo como las de Arredondo, Beruete, Palencia, Bores, Barjola, Cossío y otras generaciones más vinculadas con nuestro mapa ibérico. Miguel Hernández afirma que Alberto es el único escultor del rayo, el único que grava el color de la madrugada, el único que ha hecho un monumento a los pájaros y una estatua al bramido. Un día se expondrán sus obras alrededor del Tajo o en el lugar más difícil de los montes de Toledo.

Personalmente no tengo nada en contra de la colección Polo. De vez en cuando me acerco a contemplar su contenido, y, otras, con el pretexto de recrearme en el continente. En relación con todo el revuelo sobre el aprovechamiento o no de las obras de Alberto por parte de este coleccionista, no hay que olvidar que por encima de todo es galerista y dispone de una colección de arte. En primer lugar, viene bien para que se generalice un poco más el conocimiento de nuestro patrimonio en arte y, en segundo lugar, si a la vez sirve para reivindicar otras demandas, pues bienvenido sea.

Cruz Marcos


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